martes, 14 de diciembre de 2010

                                         No había una vez...

Todos los cuentos empiezan igual. Había una vez...Pues este, no. Siempre hay finales felices. En cambio, en este no habrá final. Todo empezó aquel día, cuando entré en el jardín. Todo estaba oscuro, a pesar de que eran las doce del mediodía. Empezó a oscurecer de repente. Se me cayeron las llaves de la mano al ver aquella criatura, tal vez mágica. Me estaba asustando. Intenté entrar en casa, pero me acordé de que las llaves se habían caído al ver aquella criatura... Estaba confusa y, al mismo tiempo, asustada. Mil preguntas empezaron a cobrar vida en mi mente. Lo único que quería era entrar en casa. Entonces me acordé de que había dejado la ventana de la cocina abierta, y avancé en aquella dirección. Al moverme, la criatura me imitó. Era como mi doble. Hacía los mismos movimientos que yo. Estaba realmente asustada.
   Entonces ocurrió. Se acercó lentamente a mí y me tocó la mano con una rapidez y dulzura que me pareció irreal. Empecé a temblar. Tenía mucho frío. Aquella mañana había nevado y ahora los copos de nieve se habían helado. Entendí que quería algo. Le cogí de la mano y le conduje al interior de la casa...
                                                       

                                                                                                                           Continuará...

Miriam Pauliuc